LA HISTORIA DEL TEATRO CALDERÓN DE LA BARCA:
El espíritu que embargó su construcción:
La forma circular de su edificio donde todos los espectadores están a la misma distancia de la escena, con graderías escalonadas, siguiendo la natural disposición como si fuese la ladera de un monte, que nos recuerda a un teatro de la antigua Grecia, tiene que ver con los ideales igualitarios de la burguesia de la Ilustración.
Cuando se construyó:
A partir de 1800 proliferan los teatros por toda España con dos objetivos muy claros, buscar la rentabilidad económica, que fuesen un nuevo negocio y que significaran la representación social, ser el escaparate social de las personas que acudian.
En ese año nuestra ciudad de Motril permitian asegurar un futuro brillante, gracias a la actividad cañera. Las fábricas de azucar proliferaban y la burguesía motrileña precisaba de un foro digno para constractar sus aspiraciones sociales y culturales.
Se formó una sociedad por Juan Cervera, Antonio Dinelli Galiano y Benito Vidaurreta y al año siguiente, en 1881 el gran Teatro Calderón, abrió sus puertas por primera vez en un Motril cuya población era de 16.000 habitantes.
Su especialidad representativa:
El género artístico más solicitado era la Zarzuela, aunque se realizaban también veladas musicales, bailes de época, ilusionismo etc.
Su forma de herradura y de pequeño teatro "a la italiana" le proporciona una sala de patio de butacas, palcos, plateas y cazuela o paraiso, orientados todos los espacios hacia el escenario.
En 1905 llegó el cinematógrafo a Motril, cosa que ocurrió 10 años más tarde de su invención, y se instaló una máquina en el palco principal quedando este para el uso de la misma como cabina de proyección. En 1932 se inicia el cine sonoro en Motril lo que contribuyó aun más al exito popular del Teatro Calderón.
Hasta su cierre siguió utilizandose como sala cinematográfica, como espacio escénico para compañias teatrales ambulantes y para grupos dramáticos locales. Asi mismos en él se dieron cita representaciones de variedades, actuaciones de flamenco, espectáculos circenses y elencos locales de entidad.
Trás su rehabilitación y reinauguración ocurrida en 1995, el Teatro Calderó de la Barca es nuestr referencia más clara de espacio cultural de nuestra ciudad.
Actualmente nuestros niños y niñas lo visitan, lo conocen y experimentan con él la diversión, la ilusión, la sorpresa y la felicidad. Con la visita, aprenden y reproducen comportamientos sociales adecuados a las circunstancias de atención, escucha y respeto.
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